
Mézclese diez medidas de carbón vegetal finamente pulverizado, cinco de clorato potásico y cinco de azufre. Téngase especial cuidado en pulverizar los ingredientes cada uno por separado, mezclándolos luego. Para encender esta pólvora deberá formarse un pequeño reguero de la misma, evitando de esta forma el incendio brusco de toda la masa.

La pólvora negra ordinaria, puede prepararse mezclando seis medidas de nitrato potásico, cuatro de carbón pulverizado y cinco de azufre. Aunque la composición es distinta, los efectos son análogos a los de la fórmula anterior (téngase las mismas precauciones para encenderla, así como de pulverizar los ingredientes cada uno por separado)

Una fórmula para su composición es la siguiente: cuatro medidas de nitrato potásico, una de azufre, una de almidón y dos de carbón vegetal, reducidas todas a polvo. Como siempre, tratándose de la fabricación de pólvora, los ingredientes deben pulverizarse por separado y mezclándolos luego.

Esta pólvora puede prepararse de la siguiente manera: diez medidas de almidón, seis de nitrato potásico y cuatro de azufre.

Pulverícese en el mortero, por separado, cuatro medidas de azufre, ocho de nitrato potásico y tres de carbón vegetal, y hágase luego con ellos una mezcla homogénea.

Échense en el mortero seis medidas de clorato potásico y tritúrense bien hasta reducirlas a polvo fino. Luego, sacando ya del mortero se mezclarán con dos medidas de azufre, una de goma arábiga reducida a polvo y una medida de azúcar. Se añade a la mezcla un poco de agua, suficiente para formar una masa pastosa, en la que se mojan las puntas de cerillas, hechas de madera o cartón, dejándolas luego secar.